Los habitantes de Barinas, el estado natal del difunto Hugo Chávez, votan por gobernador tras un fallo que ordenó repetir los comicios de noviembre pasado sin el principal candidato opositor, quien lideraba los conteos.
En un proceso marcado por denuncias de ventajas para el oficialismo, Jorge Arreaza, exvicepresidente y excanciller, busca mantener la hegemonía que el chavismo tiene desde 1998 en esta región agropecuaria de Venezuela (oeste), mientras que Sergio Garrido intenta emular el inminente triunfo opositor del 21 de noviembre en lugar del candidato original Freddy Superlano.
Los electores comenzaron a llegar a los centros de votación temprano para estos comicios, que comenzaron a las 06h00 (12h00 GMT) y deben extenderse por 12 horas, aunque el lapso puede extenderse si hay electores en fila.
Están convocados 607.000 de los 870.000 habitantes de Barinas a sufragar en 543 centros fuertemente custodiados por 25.000 efectivos de seguridad, 15.000 de ellos militares.
"Esta tierra (...) me ha acogido como un hijo", celebró Arreaza, un caraqueño de 48 años, luego de votar en Ciudad Tavacare, un complejo de viviendas populares construidas por el gobierno socialista y plagado de murales alusivos a Chávez, de quien fue yerno y padre de su primer nieto.
Sergio Garrido, el candidato opositor que reemplaza a Superlano
"Vamos a tener el mismo resultado del 21 pero con mucha más fuerza", pronosticó en tanto Garrido, de 54, quien surgió como opción de emergencia tras la inhabilitación de Superlano, su esposa y otro posible candidato. "El nivel de participación es mucho mayor", destacó. Garrido, sin dar mayores detalles, denunció la detención de dos activistas partidarios en la localidad de Barrancas.
La gobernación estuvo por dos décadas en manos de familiares de Chávez (presidente venezolano entre 1999 y 2013).
La dinastía empezó con su padre, Hugo de los Reyes (1998-2008), y continuó con sus hermanos Adán (2008-2016) y Argenis (2017-2021), quien aspiraba a la reelección, pero renunció después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, ordenara repetir los comicios cuando Superlano reclamaba el triunfo. El tribunal alegó que Superlano, que sumaba 37,6% de los votos frente a 37,21% de Argenis Chávez, estaba inhabilitado por investigaciones judiciales.
"La oposición ganó y no les gustó, porque tienen que seguir con la hegemonía y la dinastía de ellos", dijo a la AFP Nelson León, profesor de música jubilado de 68 años, que votó cerca de la Plaza Bolívar de la capital regional, la homónima ciudad de Barinas. "Vengo a ejercer mi voto para ver si queda el gobernador de nosotros", señaló, por su parte, Walter Fajardo Romero (56 años), un bombero, miliciano y militante del chavismo, tras sufragar en Ciudad Tavacare.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) -que ganó en las regionales la alcaldía de Caracas y 19 de las 23 gobernaciones- ha desplegado toda su fuerza para esta elección, con ayuda del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Policía, militares y un mar de vallas
Carteles y vallas con el rostro de Arreaza dominan en ciudades y pueblos, mientras que ministros y funcionarios gubernamentales inauguraron obras públicas durante la campaña y entregaron viviendas populares a ciudadanos.
Hay otros postulantes minoritarios en liza, como el excandidato presidencial Claudio Fermín. Roberto Picón, uno de los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), denunció la existencia de "ventajas para la fuerza gobernante”.
"Los mecanismos de fiscalización y penalización disponibles para el CNE son insuficientes para controlar una acción concertada del Estado, en campaña electoral, como la que se ha evidenciado en Barinas", expresó Picón en Twitter.
El CNE fue reestructurado de cara a los comicios de noviembre para abrir espacio a autoridades próximas a la oposición como Picón, aunque el organismo sigue controlado por el chavismo. Garrido denuncia "uso y abuso" de recursos públicos en esta instancia.
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